POEMAS

EROS

En octubre renace tu erotismo,
se fertilizan las calles; y no irrigas
con el furor de tu esperma.
En octubre eres sexo,
en octubre caen en mi cuerpo,
mil gotitas que me hablan de ti.

Sensualidad soy para ti,
fuego, piel y cadencia al caminar
humedad ríos de deseo,
temblores entre mis piernas.
En octubre eres Eros, fornicador;
ladron de amor.
En octubre eres... yo.

Piedad Soledad Cavallaro
poeta colombiana.


SE NOS OLVIDA

Cuando Hablas con despótica tiranía,
de aquel que en su miseria se esclaviza;
me dan ganas de poner cerrojo a tus labios,
porque desprecias a tu hermano,
deben ser tus "derechos", cuales?
me pregunto,
¿acaso, olvidas que antes que tú habitaras y
vivieras aquí;
eran otros que 14,000 años atras
ya habían recorrido lo que ahora crees tuyo?
Tú hermano nómada, su propio destino labró,
pobló, aró y sembró este universo que
llamamos tierra.

Hoy tu reclamas haciéndote amo y señor;
aquellos que hoy persigues fueron parte
de la historia.
Procedemos todos de un mismo árbol;
sin embargo quieren cegar sus ramas
para hacerles fuego;
tenemos todo en común, un mismo padre,
sin embargo queremos dejar huérfanos
de dolor a cientos.

Tenemos todos un mismo idioma;
el de la fraternidad humana;
y se nos olvida que somos de una
misma especie.
¿Por qué entonces hermano...
tú me persigues?

Piedad Soledad Cavallaro
poeta colombiana.



QUE FUE, QUE FUE ENTONCES?

Fue tu mirada sur, casi sombría, descalza?
tu andar misterioso, silencioso, indefenso?
o fantasmal presencia que ahorraba espacios,
o tu cuerpo de antorcha que irradiaba fulgores?

No lo sé, pero entonces, descubrí tu belleza
te adivine violeta esquiva,
una estrella muy tímida, que brillante y cercana
me deslumbraba el alma y alegraba mi vida.

Fuiste toda una góndola o gaviota hecha flores;
navegabas en mares, volabas sobre pétalos
por doquiera esparcías rubia, rubia ambrosía.

Ignorabas sonrisas; tus labios escarlatas,
acaso nunca rezan, jamás musitan: te amo.
Cuanto daría hoy mismo por robarles un beso.

Fernando E. Torres P.
poeta ecuatoriano.



MARINEROS DE VIENTO

Quien creyera que tu atlántica mediterránea,
uva fresca, flor de olivo, ave, tu, mi lusitana
viajaras tantos siglos a conocer a este indigéna,
cobre puro, sol mestizo, puno líquido del oceáno pacífico.

Adiviné tus velas, cual Rodrigo de Triana
y en aventura mágica te descubrí en tus mares:
eras nave invencible, tu proa siempre norte
ignorabas que el viento era yo, que te besaba constante.

Que te poseía en abierto y transeúnte viaje
tus alas de velamen sereno me acariciaban siempre
y danzábamos locos sobre olas de contento.

Te esparciste en espacios abundantes de cielo;
me rendí-viento viejo ante tu amor navegante
y desde entonces somos marineros de viento.

Fernando E. Torres P.
poeta ecuatoriano.



SERENIDAD

Un mundo...
se descubre en el recuerdo;
efluvios de nostalgias huyen del alma.
Observo,
la gota serena de tus ojos.
Pronto...
la aurora rosada,
en tu mirada.
Luego...
el café hirviendo en la ventana;
y la sonrisa dorada,
de un nuevo sol.

Arturo Ruiz
poeta peruano.


VERDE PARQUE

Dorada, ! luz dorada!
verde el parque.
Y los niños exhautos en la hierba;
en el centro, la pileta...
destilando lágrimas.
Humedecidas caballeras de las madres;
sobre el césped.
Contemplo inmóviles recuerdos.
Los árboles sin frutos... están tristes;
los pájaros se acomodan en sus ramas.
El sol se esconde entre las nubes,
y mis pensamientos...
huyen de la noche.

Arturo Ruiz.
Poeta peruano.


NOSTALGIAS

La fiebre,
es intensa en mi nostalgia;
se extiende rauda...
inquietando mis recuerdos.
Descubro la cortina roja de mi ventana,
y las sombras de la noche,
hieren mis ojos.
Y en mis sueños silenciosos,
la desmesurada ciudad...
es insensata.

Arturo Ruiz
poeta peruano.